A continuación, se intenta dar a conocer algunos de los beneficios que se pueden rescatar del uso de estar en línea, que van desde estar en cercanía con la información hasta el aporte de la misma a la participación de los jóvenes en la vida cívica.
Inteligencia colectiva:
A la luz de la hiperconectividad nace un concepto llamado “Inteligencia Colectiva”, el cual trata sobre los conocimientos que son capaces de adquirir en conjunto los seres humanos; estando en “línea” o conectados, esto se potencia, ya que se genera un vínculo entre los participantes, en la medida que se den conversaciones, los puntos de vistas distintos van generando un conocimiento más rico e informado.
El ser humano está acostumbrado a realizar los menores esfuerzos para llevar a cabo una tarea; en la medida que la información de diversos ámbitos pueda estar dispuesta por otros en una comunidad online, se enriquece mucho más. La hiperconectividad estimula la cercanía con las demás personas, gestionando el propio conocimiento. Mientras más conexiones entre personas se establezcan, inconscientemente generamos nuevas redes neuronales que nos permiten tener nuevos pensamientos.
Otra idea importante que trabaja la “inteligencia colectiva”, es aquella que dice que el pensamiento está pasando más afuera que dentro de los seres humanos, esto quiere decir, que las personas necesitan observar y sentir que viven esa realidad virtual para hacerlos "sentir", "vivir", corroborando el dicho “ver para creer”. Confiando en que los que se relacionan en una red, tendrán más pensamiento afines y un determinado conocimiento, ya que es lo que se les ofrece para estar al tanto de la información.
Aprendizaje social de la participación cívica:
De la inteligencia colectiva, se desprende una nueva idea que trabaja la participación cívica desde la hiperconectividad. Vale decir, que las personas en la medida que se relacionan son capaces de establecer conexiones de pensamientos e ideologías. Va más allá de la creación de un partido político, es más bien un pensamiento que ayude a la comunidad y que sea efectivo y rápido de llevarse a cabo.
Contrario a lo que se pensaba, los jóvenes si están dispuestos a llevar una vida cívica activa, y cómo no, si están acostumbrados a realizar “me gusta”, “compartir” “comentar". Aquellos jóvenes que pasan más tiempo online son más asiduos a cuestiones cívicas, pero es extraño pensar que dicha acción se active cada cuatro o seis años en las elecciones de un presidente o alcalde, entre otros. Sino más bien, una actitud que sea constante, como lo son: las acciones sociales, la ayuda a los necesitados, obras de caridad etc. Las cuales potencian a tener a los ciudadanos como participantes activos de su quehacer y no como observadores de lo que es la realidad. Esto les ayuda a adquirir un estatus de credibilidad a las personas que están interesadas en la participación ciudadana, haciéndolo parte de una comunidad; provocando en los jóvenes a tener más puntos de vistas y hacerlos más parte de lo que ellos estiman correcto.
Este cambio de visión de los jóvenes, hace repensar la calidad de los procesos de participación cívica, los cuales debiesen ser implicados en la “e-participación”, ya que mejorarían los procesos de transparencia política, ayudaría a estar más interesados a los ciudadanos, mejorando los canales de participación de toda la comunidad, abriendo espacios de conversación y opinión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario